jueves, marzo 06, 2008

EL DESALIENTO


El desaliento

Como un ave carroñera que aprovecha su oportunidad para alimentarse, esta parte de todos nosotros sobrevuela nuestras horas más difíciles esperando que éstas sean además las más bajas, para devorarnos. Pero a diferencia de los majestuosos buitres y los horrendos marabús, este acto de supervivencia lo ejecuta desde nuestro interior, minando nuestras esperanzas poco a poco, sin darnos cuenta, hasta convertirnos en huesos y polvo, en guiñapos y títeres que se refugian en el mal hado que acompaña nuestras vidas cuando éste aparece y se adueña de nuestros destinos.
Hace tiempo que te conozco. Te colaste en mi vida hasta llegar a dominarla por completo hace no demasiado tiempo. Planificabas mis días de nerviosismo, y azuzabas en las noches la desesperanza, activando llantos desconsolados que sólo terminaban cuando, exhausto, me abandonaba a un sueño que nunca era reparador, para volver a comenzar en un ciclo que no se terminaba. Me susurrabas cálidas palabras de falsas esperanzas que después te encargabas de destrozar como un sádico a veces, dejando que se desmoronaran solas otras, y cuando me tenías a tu merced, vaciabas mi vida de fe, de ilusión y de sentido. Ocurre lo mismo con algunos virus...aparecen sin habernos dado cuenta de qué hemos hecho mal, de dónde y cuándo nos infectamos, y cuando queremos darnos cuenta, la enfermedad ha crecido tanto que solo nos queda una larga temporada de fiebres en la cama. Cuando la vida te golpea fuerte, el desaliento te doma extrayendo jugos vitales que no se ven pero que son imprescindibles, como una extraña garrapata.
De nuevo parece que el destino te da una nueva oportunidad de continuar alimentándote, mas ahora te conozco bien. Sé que aspecto tienes y qué armas he de tomar para doblegarte y dejarte donde debes estar. Esta vez no podrás trazar tus planes desde las sombras, porque se que vives en mí, en cada uno de nosotros aunque no queramos reconocerlo. No volverás a erigirte en cacique de mis pensamientos, ni sucumbiré a tus cantos de sirena. No podrás esta vez, porque he comprendido que cada cambio es una nueva oportunidad, cada golpe, por inesperado que éste sea, por injusto que nos parezca, es sólo un nuevo comienzo, una nueva aventura más apasionante aun que las anteriores y una nueva fuente de enriquecimiento...porque ahora entiendo que no hay que esperar a que la vida te sonría, sino a sonreírle a ella para que nunca más aparezcas.
David García Cerdán. 05 de marzo de 2008

5 comentarios:

Garbanzos dijo...

David , al leer el titulo de tu relato , temi por un momento que estuvieras depre. No sabes la alegria que me ha dado saber que tienes fuerzas para luchar contra el intrusi hijo mio sigue luchando que yo te apoyare siempre,
te quiero muchisimo

Anónimo dijo...
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raqui dijo...

Que bonitas reflexiónes. Debería publicarse. Seguramente ayudaría a tanta gente....

Animo chico y palante que tu vales, no hay más que leer lo que has escrito.


Un animoso saludo.

Marta Ramírez dijo...

Esa es la postura, sí señor.

Marian dijo...

ese niño vale un "potosí" además de guapo ,buen hijo encima va y escribe bien ....yo quiero un hijo así --.,....