miércoles, septiembre 28, 2011

EL MISTERIO DE LA CASA DE MUÑECAS

                            
                           


                               EL SECRETO DE LA CASA DE MUÑECAS



Julia estaba terminando de hacer su maleta, se marchaba a casa de su abuela Carmen para pasar unos días, mientras sus padres viajaban.
Estaba muy contenta de volver a ver a su Nana Carmen, como llamaba a su abuela materna.
Nana Carmen vivía en una gran casona en un pueblo de Galicia, su familia había vivido allí desde hacía siglos
Después de un viaje por carreteras secundarias y muchos baches, llegaron.
Nana Carmen estaba en la puerta, esperándoles.
.-Hola, pasad que hace frío, espero que haya sido un viaje agradable.
Julia, ¡Cuánto has crecido! Ya eres toda una señorita.- les dijo Carmen

¡Hola nana Carmen! Aquí estoy ya.¿ Donde  va mi maleta?
Mira.- dijo Carmen-Te he colocado en la antigua habitación de tu madre, espero que te guste.
Después de despedirse de sus padres, que regresaban a casa, Julia y su abuela subieron las maletas al  cuarto  que habían ocupado todas las hijas desde hacia tres generaciones.
El cuarto era precioso .Tenía una cama con dosel, una hermosa alfombra que daba calor y un mueble tocador en madera clara donde estaban colocados los muñecos de peluche  con los que habían jugado todas las niñas de la casa
Julia coloco su ropa dentro del armario y bajó  con su abuela a la cocina donde preparaba la cena.
.-Después si quieres, subes al desván que creo que hay algunos juguetes que te gustaran. Están en un baúl  al fondo.
Cenaron una rica sopa y unas verduras salteadas con jamón  acompañándose con pan recién hecho. Después Carmen le dio a Julia la llave del desván para que mirara allí
El desván era enorme y daba un poco de miedo, allí estaban todas las cosas acumuladas desde generaciones. Butacas  desvencijadas, cajas llenas de cuadernos, libros antiguos baúles.
Allí donde le había dicho su abuela estaba el baúl lleno de juguetes antiguos.
Empezó a revolver dentro del armario sacando muñecas, cocinas y un sin fin de cacharritos.
Pero lo que le llamó más la atención fue una hermosa casa de muñecas colocada en una estantería, algo alejada del baúl.
La casa reproducía perfectamente las habitaciones de la casa de la abuela,
.-Nana,¿ puedo bajar la casita de muñecas esta que hay aquí?. Dijo Julia.
¿Esa casa de muñecas?.- respondió la abuela.- hace muchísimo tiempo que no se ha bajado. Ha pertenecido a todas las hijas primeras desde mi bisabuela. Si , puedes bajarla con cuidado
.- Dicen que si miras dentro puedes ver  que pasara en el futuro en las habitaciones.
.-Bah, eso son cuentos chinos.- respondió Julia.- pero me gusta y la bajaré.
Tú verás.- dijo su abuela.
Los primeros días pasaron sin nada interesante que contar, pero al tercer día Julia notó un ligero cambio, casi imperceptible en la casa de muñecas.  En  la mesa del comedor, en medio de la sala había flores. Un precioso jarroncito diminuto lleno de flores
Julia no entendía nada. Bajó saltando la escalera y cual no sería su sorpresa al ver en la mesa del comedor un precioso jarrón lleno de flores, exactamente igual que el que reproducía la casa de muñecas .Pensó que su abuela había querido gastarle una broma, y no dijo nada, si quería intrigarla no se daría por aludida.
Paso otra semana más.
 Julia notó que los guantes que había dejado al lado de la casa de muñecas estaban algo húmedos y miró dentro. Todo el suelo del pequeño cuarto de baño aparecía lleno de agua.
 ¿Y esto?¿ Cómo ha podido suceder?.Como Nana Carmen se entere se enfadara mucho, no quiere que se estropeen los juguetes.
Corrió a por un trapo y secó el suelo del baño.
Cual  no sería su sorpresa cuando vio más tarde que pasaba exactamente lo mismo en el baño de la casa. Una tubería se había  roto inundando completamente  el suelo.
¿Qué te pasa Julia? Te veo distraída, preguntó Nana Carmen
¿Cual es la historia de la casita de muñecas abuela? ¿Porque dices que  reproduce lo que pasará en el futuro?.-
Es una historia muy antigua y no se sabe de cierto si es  verdad. –respondió Carmen.
Mi bisabuela dicen que tenía poderes mágicos, y que al parecer recibió esta casa  como  juguete siendo muy pequeña. Ella quería que  su casita fuera exactamente igual que la casa grande y le hizo un  sortilegio. Desde entonces todo lo que pasa en la casita, ocurre en la realidad.
¡Ay Nana Carmen que de historias te sabes! Dijo Julia mirando con mas precaución la casa de muñeca , que encima de la cómoda parecía un juguete más
Fueron pasando los días y siempre que había algún cambio en la casa de muñecas después se reproducía en la casona de la abuela
Julia  tomó la costumbre de mirar cada mañana  dentro de la casita hasta que un día…Se fijó en que la  casa presentaba un aspecto extraño Las ventanas  parecían cerradas y  estaba como abandonada.
 Julia se estremeció ¿seria verdad que esa casa esté prediciendo el futuro? Entonces ¡algo malo le iba a pasar a su abuela!
 Corrió al lado de su abuela
Nana, ¿estas bien? preguntó  Julia
Si cariño, tengo un ligero dolorcillo de cabeza, pero no será nada.-respondió la abuela.
Nana, quiero que vayas al medico.¡ Por favor!- Dijo Julia.
Hija no seas pesada ¡que no es más que un catarro!
.- Nana, es  que estoy segura de que la casa ha cambiado y tu habitación está como si estuviera sin habitar.¡Tengo miedo que te pase algo!
La abuela de Julia palideció, súbitamente recordó una situación semejante de ella con su propia abuela. Vio como si fuera una película a su abuela burlándose un poco de los miedos de  esa niña que era ella hace muchísimos años .Vio como no le hacia caso y como al día siguiente su querida abuela se iba al cielo
¿Te pasa algo? Estas pálida.-le dijo Julia
.-No es nada, pequeña, pero me parece bien, si quieres pido hora y vamos  a la consulta
Fueron  al medico y rápidamente mandaron a la abuela al Hospital Al revisarla se dieron cuenta de que tenía un  su corazón había sufrido un pequeño infarto que de no haberlo cogido a tiempo hubiera sido mortal
Los días que siguieron fueron tristes para Julia.
 Cada mañana, miraba la habitación de su abuela de la casa de muñecas esperando ver algún cambio.
Ya había perdido la esperanza de que cambiara algo cuando al fijarse bien, una mañana 

observó como la habitación ya había tomado su aspecto alegre.
Pidió a Fernanda, la chica que la cuidaba y arreglaba la casa mientras su abuela estaba fuera, que la llevara a verla. Encontró que ya estaba sentada en la cama y lista para volver a casa
Nana.- que alegría, supe que ya estabas bien La casita me lo dijo.
Gracias a ti, cariño me puse bien.- Respondió  Carmen.
Pero… si quieres que tus padres te crean, no les cuentes nada de la casita, ese será nuestro gran secreto.¿ Me lo prometes?
 .- Sí  Nana te lo prometo. Respondió  Julia abrazando a su abuela
Juntas volvieron a la casona y guardaron siempre siempre el secreto de la casa de muñecas
Colorin colorado este cuento se ha acabado

sábado, septiembre 24, 2011

HACE CINCUENTA AÑOS...




    Hace cincuenta años.

   Hace cincuenta años que las dos fincas de recreo están abandonadas, pero las casas siguen en pie,los nísperos siguen dando fruto, las rosas y las bignonias aparecen puntualmente en primavera.Nadie atraviesa el camino que las une, los vecinos de las fincas colindantes dan un rodeo para llegar a la carretera, porque en el camino, que nadie transita, no crece la hierba.Los niños tienen terminantemente prohibido acercarse a las inmediaciones.
   Desde hace cincuenta años son las fincas “de él” y la “de ella”. Nunca dicen sus nomnbres,se habla poco y, cuando lo hacen, las mujeres se santiguan y los hombres escupen.Queda poca gente de entonces,un hombre que trabajó de jardinero en la finca “de ella”y sabe muchas cosas, pero se niega a hablar.
-Lo que sé, ya lo dije en su día.
  En su día tampoco dijo mucho, que sus flores preferidas eran las rosas y las bignonias;
cómo sobrevivían los rosales al pulgón, sin que nadie los cuidara, no era asunto de su incumbencia; la bignonia es una planta muy dura.
  La finca era de la madre “de ella”, que tenía mucho dinero, y construyó la casa y el estanque para sus hijos.Vinieron, al decir de la gente, jardineros franceses y llegó a haber, al decir de la gente también, once mil variedades de rosas.El estanque, rectangular, con una isleta de ladrillo y una fuente en el centro, rodeado por una barandilla de hierro, fue la admiración de los contornos.Durante días y días llegaron  carros con los muebles para la casa,de dos pisos y con dos terrazas, la de invierno y la de verano;sólo la guardesa, que murió hace muchos años, la conocía por dentro, la señora se traía al servicio de su casa de la capital.Pero, al decir de una mujer famosa por sus sentencias:
-Al sufrimiento nadie escapa.
-Las penas con pan son menos.
-No, si las penas son que los hijos se vayan a la tierra.
   Así fue, los hijos de la señora fueron muriendo uno tras otro.Sólo quedó “ella”, la pequeña.Al comienzo de la primavera, se oía llegar al coche de caballos y  bajaba, vestida de blanco, desde  la sombrilla hasta los zapatos.Que no respetara el luto de sus hermanos, fue objeto de comentarios.
-Debería vestirse de negro.
-El blanco es el color de la pureza.
-¿Pureza?Vete tú a saber…
   Todo era objeto de murmuración, desde el color blanco de la ropa hasta los baños en el estanque;se decía que por la noche se bañaba desnuda,las mujeres vigilaban a los maridos, para que no se acercaran.
-¿Dónde vas?
-A tomar  el fresco.
-Pues lo tomas ahí, delante de la casa, como se ha hecho siempre.
   Nunca se supo si era cierto,pero un hombre dijo que la había visto;hizo una prolija descripción de aquel cuerpo desnudo, ante las miradas hambrientas de los otros.
-Oye ¿y cómo tiene…?
-Si quieres, vas una noche y la ves, ya no hablo más.
-Eso, y la mujer me mata.
   La finca de “él” era menos importante.Se decía que no era suya, que un tío se la dejaba para pasar temporadas.Una casa de una planta, un jardín empedrado,una alberca y un campo de frutales;desde hace cincuenta años, sólo florecen los nísperos.No había servicio, una mujer de los alrededores iba a hacerle la comida y a lavar la ropa.
-Cuando lavo los pañuelos manchados de sangre, me dan las bascas y me pongo a la muerte.
-Te lavarás las manos después.
-Primero con jabón verde y después con lejía.Ni me atrevo a beber agua, por los vasos.Da pena, tan joven…
-Es verdad, tan moreno y con esos ojos…
-Pero no tiene alegría, ni ganas de vivir, el mal que lleva por dentro se le ve en la cara.
-Y siempre solo ¿no te da miedo ir algún día y que…?
-Calla, calla.Me da pena pero, si no fuera por las cuatro criaturas, ya iba yo a trabajar en esa casa.
-Lo que tenemos que aguantar los pobres.
   En la monótona vida del campo, cuando “él” la conoció a “ella” y empezó a ir a su casa, fue todo un acontecimiento.
-Vale que no haya respetado el luto de los hermanos, que se bañe en el estanque, pero esto no es propio de una señorita.
   La guardesa, armándose de valor, se atrevió a hablarle, la encontró sentada en un banco, leyendo.
-Señorita, si no le importa, me gustaría hablar con usted.
-Siéntese.
-Es que-la guardesa no sabía por dónde empezar-aunque me meta donde no me llaman, creo que ese hombre no le conviene…
-Usted lo ha dicho, se mete donde no la llaman.
-Pero ¿qué dirá la señora si lo sabe?
-Es difícil que la señora se entere y, por si no lo sabe, ahora la señora soy yo y recibo a quien quiero.
   La guardesa se levantó, asustada por los ojos, mezcla de furor y desprecio, de la señorita, tan considerada siempre.Se alejó con el firme propósito de contárselo al primero que tuviera a mano.
    El siguió recorriendo el camino todas las tardes.Merendaban en la terraza y escuchaban en el gramófono los Preludios de Chopin, sobre todo el nº 4, en Sol mayor.Al principio volvía a su casa de noche, después volvía por la mañana,después de desayunar con ella, que siempre le animaba a comer más.
-¿No me has dicho que te gustan los picatostes?La cocinera te los ha hecho y están riquísimos.Ah, no se te olvide traerme nísperos.                                                                                                                                            El la miraba con tristeza,dejaba la taza sobre el plato y cogía un picatoste con desgana.A aquella hora no tenía fiebre,solía empezar al atardecer y ella, que se daba cuenta enseguida, lo animaba a entrar en la casa y lo tapaba con una manta.
  El treinta de noviembre, después de comer, ella mandó poner la mesa en la terraza para la merienda, a la vista del buen tiempo.Pero a la hora que él solía venir, el cielo empezó a cubrirse de nubes negras,empezó a soplar el viento.Ella esperó, arrebujada en un chal blanco, escuchando una y otra vez el Preludio nº 4, en Sol mayor, hasta que se hizo de noche.
  Desde hace cincuenta años, el treinta de noviembre por la tarde, se repite el mismo hecho.Una habitación, una cama con dosel, el viento mueve las colgaduras de muselina blanca; sobre la colcha, como en una cubeta de revelado de fotografías, emerge lentamente la silueta de una mujer joven, rubia, vestida de blanco, con las manos cruzadas sobre el pecho.Los rasgos se hacen más nítidos, abre los ojos, se incorpora y se levanta; baja corriendo la escalera, sale y pasa ante una mesa con un mantel de hilo y unas tazas, llenos de polvo y excrementos de pájaros.Va hacia el estanque,impalpable, como de humo, apenas rozando el suelo con los pies.No lejos de allí, sobre una cama de hierro, emerge la silueta de un hombre joven, moreno, vestido con levita azul marino, sobre el plastrón se ve una costra grande, oscura.Se incorpora, se levanta, sale de la casa y corre.Ella le espera, el viento le levanta los faldones de la levita, recorre el camino hacia el estanque.Llegan al mismo tiempo, se funden en un abrazo y desaparecen, etéreos,ingrávidos, el uno dentro del otro.Tienen poco tiempo, justo lo que dure el Preludio nº 4 en Sol mayor de Chopin, que suena para ellos desde hace cincuenta años.Sólo ellos se ven, se tocan;él pasa los dedos por la cara de ella para limpiarle las lágrimas. El viento azota los árboles, la humedad se palpa en el ambiente, las nubers se hacen cada vez más negras.Se separan, corren y se detienen para decirse adiós con la mano.Se despiden hasta el próximo treinta de noviembre a la misma hora.Ocurre lo mismo desde hace cincuenta años.


Pilar García de Pruneda Trevijano.
Badajoz, mayo 2009. 

martes, septiembre 06, 2011

ALIMENTOS APORTADOS POR LOS CONQUISTADORES A EUROPA







Los conquistadores, trajeron con ellos el mayor catálogo de carnes , pescados frutas y legumbres desconocidos hasta entonces.
Los frutos y las carnes  traidos de America  revolucionaron la dieta europea.
El maíz, la patata t el pavo, alimentarían aejércitos y monasterios y contribuyeron a evitar las hambrunas, tan frecuentes en la Edad media.
El tomate, el pimiento   y algunos tubérculos se incorporaron enseguida a la dieta mediterránea.
El cacao conquistó las cortes de Europa con la bebida deliciosa del chocolate l que se atribuian propiedades estimulantes .
También llego al continente europeo la planta del tabaco que dejo de ser pronto un exotismo para ser una nota de distinción social                                                  
                                                                                                                    ( National Geographic Historia)

lunes, septiembre 05, 2011

BONITO CON ALMEJAS Y PATATAS( GMD)

Este exquisito plato es producto de una simbiosis de 2 recetas una el bonito con patatas de toda la vida o marmitako y  la otra una que vi en una receta y me parecio super original, aunque no hay nada nuevo en la cocina, ya sabeis.
BONITO CON ALMEJAS Y PATATAS
Ingredientes
para 4 personas
2 rodajas de bonito  o atún sin piel o espinas 
1 cebolla picada
pimientos verdes amarillos y rojos en tiras ( congelado)
caldo de pescado
 y 1/2 kilo de almejas
Elaboración
Se corta el bonito o atun en taquitos no muy pequeños y se enharina.
 se pone en la cubeta con una pizca de aceite y se dora ( menú horno)
 Una vez dorado se retira
 en la misma cubeta de ponen 3 cucharadas de aceite y se sofríe la cebolla y los pimientos.
Cuando esta ya tranasparente la cebolla se le añade las almejas , las patatas y el caldo de pescado
 ( que cubra solo )
 se cierra la olla (Menú guiso)
cuando pite se abre la olla se agrega el bonito o el atun, se cierra la olla y se pone 3 minutos mas en menu cocina.
 a comerrrrrrrrrrrrrrrrrrr