sábado, octubre 20, 2012

LA MUDANZA



                                               LA MUDANZA


Una mudanza para una chica de 14 años es como un terremoto, te lo fastidia todo. Tienes que ccambiar desde la ciudad a la que ya estás acostumbrada y conoces, a la casa en la que vives desde siempre, tienes que cambiar de habitación, tu habitación, en la que ya habías establecido tu desorden-ordenado y en la que te sentías tan a gusto y sobretodo tienes que renunciar a algo muy importante,  tienes que cambiar de amigos

Ese cataclismo me sucedió a mí.

Después del divorcio de mis padres mi madre decidió que nos fuéramos a otra ciudad y, a la sensación de inseguridad que te invade al ver que tienes que vivir sin la presencia física de uno de tus padres, en este caso mi padre, se unía lo de la mudanza.

Toda esa frustración y rebeldía se tradujo en mi aspecto físico y me convertí en una chica desgarbada y con un look gótico en lo que podía.

Aunque no podía pintarme los ojos y los labios de negro ya que mi madre no me lo permitía a mi edad, sí podía pintarme las uñas y vestirme de arriba abajo con pantalones con agujeros y tachuelas, eso me daba un aspecto tenebroso, tan tenebroso como mi interior.

Así empecé mi curso en una ciudad diferente, una casa diferente y una vida diferente.

Cuando llegué al instituto  procuré pasar desapercibida,  tarea inútil, con mi aspecto era como un faro al que todas las miradas se dirigían.

Después de  un mes de soportar miradas a hurtadillas, codazos, sonrisitas y cuchicheos a mi paso, pasé a ser  la nueva responsable de todo lo malo que pasaba, Si se rompía una farola del patio… era yo. Si la pizarra aparecía llena de tacos y dibujos poco convenientes… era yo, todo me lo atribuían a mi, no por que fuera rebelde o contestona, sin por mi aspecto físico.

Yo aceptaba todo aquello como un castigo merecido ya que me consideraba culpable de la separación de mis padres

Un día, todo aquello cambió

Después de las vacaciones de navidad un nuevo alumno vino a nuestra clase.

Era un chico alto y flacucho, parecía que le pesaban los huesos y tenía ese aspecto peculiar que tienen los chicos después de dar el primer estirón. ¿no os habéis fijado cómo se les agranda la nariz  y la nuez y la cara se les llena de granos? así  era Jorge, como otro chico cualquiera, pero para mi, desde el momento que miré sus ojos fue especial.

Desde ese día mi corazón latía cada vez que pasaba por mi lado para irse a su pupitre; me hacía la encontradiza con el, me quedaba mirándolo embobada durante las clases. Todo se borraba cuando estaba cerca de el

Tenía que conseguir que se fijara en mi .que fuera visible a sus ojos.

Un día, cuando, como era habitual, estaba castigada durante el recreo, coincidimos en la clase de castigo. Nunca supe si él había hecho algo a propósito para coincidir conmigo, ni nunca me lo plantee, allí estaba y eso era lo importante.

A partir de entonces nos hicimos amigos.

Yo me daba cuenta que éramos muy distintos  el era un chico normal con sus vaqueros y su sudadera, yo una chica rara, vestida con chupa con tachuelas y mirada torva, así que me propuse cambiar.

Fui dejando poco a poco  el color negro y el aspecto de vampira.

Fui adquiriendo el aspecto normal que tenía antes de la mudanza-Empecé a ser aceptada por mis compañeros, pero noté que poco a poco ese cambio me alejaba de Jorge


¿Qué pasaba?¿ Qué había hecho mal?¿porqué me pasaba esto a mi? Quería morirme


 Fue entonces cuando, una tarde Jorge me cogió de la mano y me dijo.

¿Por qué has cambiado?

Yo me quedé sin saber que responder.

¿Cambiar?.- pensé yo.- pero  si lo había hecho por él.

Si,- respondió el.-.Ahora  pareces una más. Yo me fijé en ti porque eras distinta

Le miré a los ojos y  comprendí que tenía razón, que yo había cambiado, pero  que quería que el me aceptase tal y como era con mis cosas mis sueños y mis debilidades

 Mi mudanza no solo era física, era hora de aceptar mi nueva vida.

Me armé de valor y le dije.

Jorge.- yo   quiero seguir siendo tu amiga, y los amigos se aceptan al cien por cien Acéptame como soy, con mis cambios y mis sentimientos, no quieras estar conmigo para lucir a “la rara” como un trofeo.

Espere su respuesta latiéndome el corazón a mil por hora

No es por eso, por lo que te  quiero como amiga, me respondio, me gustas como eres por dentro, No quiero que cambies tus ideas , que se reflejan en tu manera de vestir y de actuar, No quiero que seas una mas. Me gustas TU.

El me cogió la cara y me  besó en la mejilla, dándome lo que sería mi primer beso

A partir de entonces, poco a poco empezamos a conocernos mas y mas entendí que con ese beso inocente me había dado una respuesta

Esa era su respuesta.

Comprendí entonces que no hay que cambiar para agradar a otra persona, sino por una misma-

Ahora después de  mucho tiempo, seguimos juntos y solo puedo estar agradecida  a aquella mudanza  en mi vida.


1 comentario:

raton2007 dijo...

Me ha encantado...
Cambiar por los demás es lo que hago siempre... creo que me equivoco al hacerlo.