martes, octubre 04, 2011

DIONISIO EL CASTOR


                                    DIONISIO EL CASTOR


Érase una vez, hace muchos años, cuando el mundo era joven y  las hadas vivían en los bosques, existía en el fondo de un bosque espeso, una familia de castores.
 La casa estaba cerca de un río de aguas cristalinas, donde trabajaba Papa  y Mamá Castor.
Papá y mamá Castor tenían  un hijo, Dionisio. como todos los cachorros  de su edad tenia muchos amigos con los que jugaba en el bosque Todos los amigos habían pasado el verano totalmente felices, retozando y jugando despreocupadamente, hasta que llegó el primer día de curso.
Dionisio no quería ir , y empezó a llorar mucho  cuando su mamá le dejó en la clase.
.- Pero¡¡ porqué tengo que ir a la escuela!!  No quiero ir¡ no quiero!.
El primer día  lo paso enfurruñado en un rincón, sin querer hablar siquiera con nadie ni jugar en el recreo.
Por la tarde salió con su amigo Cornelius, el conejo y le dijo
Cornelius, mañana no iré al cole, me aburre mucho. Mañana me marcharé al bosque a jugar. ¿Te quieres venir conmigo?.-
.- Pero, mañana nos van a enseñar  que hay que hacer cuando haya tormentas y llueva mucho.-respondió Cornelius.
.-Bah, dijo Castorcito aquí no llueve tanto, fíjate cuantos meses con sol hemos tenido y lo bien que lo hemos pasado.
Al día siguiente, el pequeño castor no fue a la escuela, ni en toda la semana.
Mientras, doña Pata había explicado a sus alumnos donde refugiarse cuando oyeran el trueno retumbar. Les dijo que el sonido era el aviso del rayo, que todo lo quemaba cuando caía, y que por eso jamás debían refugiarse debajo de los árboles gigantes del bosque ya que el rayo prefería los árboles más altos para caer.
Les aconsejó que en caso de que las aguas subieran mucho, deberían dirigirse a las colinas más altas y alejarse de las márgenes del río que a veces, si recibía mucha agua, tenia remolinos peligrosos que podría engullirlos con su fuerza.
Todos los animales tomaban nota de los sabios consejos de Doña Pata, menos Dionisio que pasaba los días jugando a perseguir mariposas.
Una mañana amaneció  el cielo bastante gris. El viento no dejaba de soplar, y empezaron a caer gotas de lluvia cada vez mas fuerte  convirtiéndose en un gran aguacero, Dionisio estaba en el bosque y se empezó a asustar.
Los grandes árboles  se movían y hacían mucho ruido y el aspecto del bosque con la tormenta, cambió despistando al pequeño castor que  perdió la orientación y no sabía volver a su casa.
.-¿ Qué voy a hacer? .- pensó. Mis padres no saben que estoy aquí, creen que  estoy en la escuela, no me buscaran y yo no se volver a casa
Pronto el trueno retumbó en el bosque y la lluvia hizo crecer el rio.
Todos los alumnos de la escuela, salieron en orden  hacia las colinas, como les había enseñado la maestra, todos menos el pequeño castor que había faltado a las clases.
Los padres de Dionisio el castor estaban ya en la colina esperando a su hijo junto con los demás padres. Cuando llegaron preguntaron a Cornelio
:- No vemos a Dionisio sabes donde esta?
Cornelio se puso colorado y no quería contestar.
.-Pues… es que. Empezó a balbucear. Su hijo no viene a la escuela. No quiere estudiar.
.-¿ Como? Y donde esta ahora, tu lo sabes?.Pregunto angustiado el padre del pequeño castor.
Esta en el bosque, eso me dijo.-respondió el conejo
Dios mío en el bosque con esta tormenta! Hay que ir a buscarlo rápidamente.
El padre de Dionisio se dispuso a bajar hacia el bosque para buscar a su hijo y algunos padres mas se le unieron ya que la tormenta seguía muy fuerte y la lluvia no dejaba de caer con fuerza
Mientras el pequeño castor aterrorizado se había acurrucado  debajo de unas piedras grandotas que formaban una especie de cabaña en medio del bosque pero que poco a poco se iba inundando por el agua de lluvia.
 Aterido de frío y llorando  Dionisio se sentía muy desgraciado y solo, comprendió   que había hecho muy mal en no querer ir a la escuela ni aprender nada de los consejos de doña Pata.
 Para aumentar su miedo un rayo cruzo el cielo y rompió uno de los árboles mas grandes  que había cerca, seguido de un enorme trueno que hizo que la tierra temblara.
.-¡  Mamá mamaita, ven.! Lloraba, estoy aquí solito.¡ Mama.!
Cuando ya el agua casi le llegaba a la tripita, Dionisio creyó escuchar a lo lejos su nombre.
.-Dionisioooooo. Dionisioooooooo
El castor saco su cabeza del agujero y grito con todas sus fuerzas.
¡¡Papaa estoy aquí! Ven  a por mi que tengo mucho miedo!
Al cabo de un rato le encontraron.
Subieron rápidamente hacia las colinas ya que el río estaba a punto de desbordarse.
La mama de Dionisio estaba ansiosa esperándoles y también las otra mamás y  entre todas secaron al castor que venia empapado de agua y le dieron un chocolate caliente.
.-Ya hablaremos tu y yo jovencito.- le dijo su papá a Dionisio Tendrás un buen castigo por no ir a la escuela.
Si papa.-respondió cumpliré el castigo. He pasado mucho miedo allí abajo sin saber que hacer.
Además.- añadió el señor Castor has puesto  en peligro a los que te hemos ido a rescatar Es hora de que empieces a tener responsabilidades que ya eres mayor.
Por esta vez la tormenta pasó sin mas consecuencias que un  árbol roto por un rayo y algunas casas inundadas.
Al acabar de llover y después de salir el arco iris los animales del bosque volvieron a sus casas y a sus vidas y al menos uno de ellos aprendió  la importancia de los consejos que daban en la escuela
 Y colorin colorado……

2 comentarios:

noradebon (Teresa) dijo...

Eso le pasa por portarse mal....

Creo que lo podemos aplicar al mundo que nos rodea.

Besos

nieves dijo...

Por aquí me quedo a seguir tu fabuloso blog y al castor!
Un beso,
Nieves.
http://igloocooking.blogspot.com