Y dio otro bocado .Masticó parsimoniosamente. Poco a poco la bola se iba formando a un lado de su boca. Intentó tragar, no pudo. Suspiró
¡ Cómete todo! ¡Hasta que no lo acabes no te levantes de la mesa!
La voz de su madre sonó desde la cocina
La comida fue desapareciendo del plato y la bola aumentaba dando a su cara un aspecto peculiar , picasiano, con un lado ms gordo que otro
¡Ya está! Se acabó.
Ya no quedaba nada podía levantarse.
Bajó del taburete y salió al patio donde Toti esperaba, como todos los lunes que había cocido, su premio
2 comentarios:
Muy bueno. Me gusta mucho, si señor.
Deberían publicártelo.
Besinos.
Con lo que me gusta a mí el cocido... jajajja.
Muy bueno amiga. Suerte.
Publicar un comentario