Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros
Con los ojos aun cerrados intento colocarme en una posición que me permita no sentir dolor.
Oigo el chirrido del carrito y las aletas de mi nariz perciben el aroma del café y las tostadas. Mi estómago no responde ya al estímulo
Pronto llegaran las ruidosas visitas invadirán los pasillos intentando hablar de cosas triviales y tendré que sonreír cuando lo que quiero es otra cosa
¡Qué cansancio! debo hacer un esfuerzo y pensar que en unos meses estaré en casa con mi familia, pero eso seria un acto de fe y hace tiempo que también la he perdido
2 comentarios:
Suerte!! 1 abrazo
Este me gusta mucho... voy a leer los otros.
Un abrazo.
Publicar un comentario