viernes, agosto 08, 2008

LA VOZ DE LEONARD COHEN... EN ESTA TARDE


Hola amigos! Esta tarde , que estoy sola, me he puesto, como casi todas las tardes en el PC.

He puesto un popurri de música romántica y... entre las canciones que sonaban me encontré escuchando a Leonad Cohen

Esa voz ronca , rasgada, casi susurrante... hizo que me remontara a mi época de estudiante , en Valladolid.

Por un momento... desaparecieron lo años y volví ,(como Proust al oler las madalenas en su novela " A la recherche du temps perdu") , a la discoteca, a los vestidos hippis largos y vaporosos.

Cerré los ojos... y dejé que la voz de Cohen me acariciara.

Volvi a bailar muy agarrada a mi pareja que con casi la misma voz grave me cantaba al oido...

y bailé ...bailé durante una larga cancion.

Es totalmente cierto que algunos olores , sabores y musicas nos llevan a momentos ya vividos y que si cerramos los ojos y aspiramos, saboreamos y escuchamos... volvemos atrás en el tiempo

A mi me acaba de pasar esta tarde...

Y a vosotros, os ha pasado alguna vez???. Espero que me conteis vuestras experiencias.

Un besito muy muy fuerte para todos!!!

Seguid disfrutando del verano


4 comentarios:

Jesús Máximo Esparza dijo...

Ay que romanticona te veo querida "Fedri" lo que comentas si nos ha pasado alguna vez escuchando alguna canción ponerse romántica...pues claro preciosa nos pasa a quien todavía tenemos sensibilidad y que no nos desaparezca nunca. Bailar, bailar no, que igual me tachan de majareta, je je.

Muchos besos.

Garbanzos dijo...

Hombre erruqui yo decia bailar... sin bailar clro . con la imaginacion y los ojos cerrados.
Si hija me pone mucho la voz de Leonard Cohen ainssss que le vamos a hacer

raqui dijo...

Uy uy uyyyyy, que te estoy viendo con los ojos en blanco... jiji.

Pero si que es verdad que ciertas cosas te transportan a tiempos pasados. Ainsss que romantico, pordios...

Sigue siempre sí amiga qerida.

Anónimo dijo...

Si, escierto. A veces un olor profundo, un color, un sabor, y, por supuesto, una melodía o canción, activan algunos de los rincones de nuestra memoria experiencial y ¡voila!, de repente tenemos delante de nosotros el recuerdo de alguna experiencia que, de alguna manera, marcó nuestro transito por esta vida. Es cierto. A mi el Sr. Cohen también me trae buenos recuerdos. Aunque a veces, es mejor dejar quieta la memoria para que no nos lleve a comparaciones que nos hunden al ánimo. ¿no?